Hoy os mostramos esta pequeña transformación de un Junípero de vivero de tan sólo unos años de edad, en el que se han empleado técnicas extremas de doblado de tronco, creación de venas vivas, sharis y jines para recrear la imagen de un viejo árbol creciendo en el lado más salvaje de la naturaleza. Cómo podréis apreciar hemos tenido que hacer un poco de «bricolaje», pero espero que el resultado final conseguido resulte de vuestro agrado… Al final ha quedado un Shohin de Juniperus chinensis itoigawa bastante aparente. Cuando madure un poco más, envejezca un poco la madera e hinche la vena con la circulación continua de savia, resultará un pequeño bonsái muy digno.