Durante mi estancia estas navidades en el Centro, organicé un Taller con Alejandro Morena de Carranque (Toledo) y Javier Bermejo de Alcobendas (Madrid). El resultado de esa agradable, pero intensa y laboriosa mañana se puede apreciar en las fotos que se muestran a continuación…

Para celebrar la ocasión me trajeron un Pino Albar (Pinus sylvestris) con una forma bastante complicada, que había estado creciendo reptando entre rocas a ras de suelo y que presentaba una copa completamente aplanada, como si una apisonadora hubiera pasado por encima de él.

El otro Yamadori era una Sabina Rastrera (Juniperus sabina) con una base (nebari) defectuosa, consecuencia de haber separado la vena de la madera muerta para eliminar un tramo recto sin interés. Mediante esa técnica se consiguió reducir su altura (compactar el árbol), prescindir de la parte menos interesante del tronco y conseguir meterlo en una maceta. El problema es que como resultado de ese trabajo quedó por encima del sustrato la vena engomada y doblada con un aspecto muy antiestético, como si de un anca de rana se tratara.

Para resolver toda esa problemática, se pensó en un diseño Han-Kengai (semicascada) y un frente donde los interesantes sharis jugaran combinándose con la vena viva que aparecía y se ocultaba, consiguiendo así crear la imagen de un bonsái mucho más dinámico.

¡Espero que os gusten!