Hoy, tras dejar tranquilo durante toda la temporada de crecimiento vegetativo a Gollum, que debido a un cuidado exquisito ha mostrado una fuerte brotación, me he decidido a volver a trabajarlo de nuevo. Dadas las fechas ya otoñales, donde gran parte de la energía de la que dispone el árbol la dedica a consolidar su nuevo sistema vascular (lignificación), preferí no defoliarlo, por lo que la tarea de alambrado resultó mucho más costosa y por qué no decirlo… en cierto modo tediosa. Tras 6 horas de trabajo delicado, pues es un árbol de tamaño Kifu con una ramificación bastante densa, ya puedo mostraros su imagen actual. En unos años será un ejemplar que dará que hablar…

Imagen de Gollum el día de su adquisición.

Aspecto tras dejarlo crecer toda la primavera y el verano.

Estado actual.

Una imagen más artística de él.