Siempre se lo comento en clase a mis alumnos, pero no cabe duda que viendo estas imágenes va a resultar más fácil entenderme. Creo sinceramente que cualquiera que se enfrente al diseño de un bonsái va a encontrar mayor dificultad en llevar a buen término el trabajo, si no conecta en toda su magnitud con la Madre Naturaleza. Sin duda para mí es esencial y siempre se convierte en una fuente inagotable de inspiración… El camino del bonsái es largo e intenso, pero hay que saber en todo momento hallar la sabiduría y el conocimiento en los lugares que alimentan nuestro espíritu más primigenio, aquellos que te acercan directamente a la esencia del arte natural y te ayudan a comprender la belleza intrínseca de las cosas…

El Garbí dentro del Parque Natural de la Sierra Calderona (Valencia).