Un punto importante a considerar cuando se hace un bonsái de cualquier tamaño es cómo de grande éste parece; no cómo de grande éste es en realidad, sino la imagen que proyecta. En japonés este concepto es sucinto: “Kei sho sou dai”, que literalmente significa “forma pequeña imagen grande”. El objeto en sí mismo puede ser pequeño, pero está hecho de tal forma, que da la sensación de ser mayor. Para conseguir ese efecto, en bonsái se utilizan diferentes técnicas como son la elección de variedades de hoja pequeña, la proporción y disposición de todos los elementos que lo conforman (conicidad de tronco y ramas, ligera inclinación del ápice al frente, etc.), así como su compacidad, unidad y profundidad, que jugarán un papel muy importante para crear perspectiva. De esta manera conseguiremos esbozar la estampa de un árbol poderoso y majestuoso, que se muestra ante nosotros mucho más grande de lo que en realidad es.