Con vistas a sacar el máximo partido a un árbol en estilo Literati, resulta esencial crear detalles sutiles en el tronco, pero que en definitiva marquen gran carácter. Todos los elementos superfluos deben eliminarse sin contemplación, para dejar sólo aquellos que expresen la propia selección natural y complementen a la perfección el exiguo número de ramas característico de los Bunjin-gi. Esta forma de proceder no solo se aplica sobre las partes vivas del bonsái, sino que también se emplea a la hora de seleccionar y tratar la madera muerta (sharis y jines). Por eso es importante trabajar cada jin y concluir si es o no necesario en la composición, analizándolo una y otra vez con el conjunto, interpretando la dirección y el flujo de sus diferentes partes, para al final ser capaces de reconocer cuales no encajan o son innecesarios y deben ser descartados.

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El uso imprudente y sin medida de jines en Juníperos no se justifica, por el simple hecho de intentar buscar a toda costa una imagen agreste de montaña. Así, la elección o eliminación, tanto de jines naturales, como creados de forma artificial, debe seguir un patrón lógico y coherente, para no afectar a la unidad de la obra que se pretender crear. El uso de jines y sharis en un bonsái, siempre ha de tener en cuenta y estar en armonía con el movimiento del tronco. No hay que tener miedo de eliminar algunos jines que no encajen en el diseño, pues será la única forma con la que daremos vida al resto del árbol.