Estamos ante uno de los árboles trabajados a principios de septiembre en Carranque (Toledo), perteneciente a María de Griñón (Madrid). Se trataba de un Olivo silvestre (Olea europaea) virgen, es decir, que nunca se había modelado. Creemos que en unos años si se hacen bien las cosas puede resultar un olivo bastante potente, debido al gran carácter de su madera muerta (a modo de sabamiki), que se convierte en el punto focal de este bonsái con gran compacidad.

Aspecto al poco de adquirirlo su propietaria.

El Olivo el día del Taller.

Resultado del diseño, con cambio de frente y ángulo de plantado.

Fotomontaje con una maceta considerada apropiada a las características tan masculinas de su tronco.

Mostrando su imponencia y majestuosidad.