En Occidente, es demasiado habitual ver a cualquier especie arbórea diseñada como bonsái, dotarla de la tan sufrida y recurrente forma de «Pino». Esta moda o tendencia proviene de una época anterior, cuando el bonsái que nos llegaba de Japón era especialmente apreciado por el Pino negro japonés (Pinus thunbergii), cuya disposición más habitual de ramas perseguía esa forma idealizada de conífera. Los árboles caducos y muchos perennes considerados hoy en día «de cálidad» en Japón no son formados siguiendo este estilo, ya que en nada recuerdan al patrón de crecimiento de muchas otras especies utilizadas para su entrenamiento como bonsái. Ya se habló en entradas anteriores, que para que un bonsái sea considerado una obra de arte, el artista que lo forma ha de trabajar la vertiente creativa, aunque al final el resultado debe ser estético.

Típica forma en la que suelen formarse muchos bonsáis en Occidente (imagen: © Bonsai Foundations by Stephen Cullum).

Aspecto que debería mostrar un bonsái caduco en estilo Moyogui o vertical informal (imagen: © Bonsai Foundations by Stephen Cullum).

Otro problema habitual que se observa en muchos bonsáis creados en Europa es la consecución de un ápice incorrecto, bajando y disponiendo todas las ramas en forma radial. También es muy frecuente ver ápices en punta, que más bien dan la impresión de estar ante un árbol juvenil (justo el efecto contrario del que se quiere conseguir). Todos estos errores a la larga afectarán a la necesaria conicidad del tronco, que nos ayudaría a imaginar un árbol majestuoso, de gran porte y madurez, aunque en realidad estemos contemplando un ejemplar en maceta que no sobrepasa el metro de altura.

Ápice incorrecto en el que se aprecia la falta de conicidad en el tramo terminal del tronco (imagen: © Bonsai Foundations by Stephen Cullum).

Ápice correcto, donde la ramificación va sustituyéndose y distribuyéndose en forma de «domo», creando la consabida conicidad y mejorando el aspecto visual de vejez del árbol, tal y como ocurre en la naturaleza (imagen: © Bonsai Foundations by Stephen Cullum).