Hoy tocaba trabajar este junípero propiedad de María de Griñón (Madrid), que por diversas circunstancias no se había tocado desde hacía años y había crecido silvestre. El verde comenzaba a estar muy alejado del tronco y esa característica iba a plantearnos aplicar las técnicas a fondo, para obtener un resultado satisfactorio. Al final, se cumplió el objetivo y se consiguió que el ejemplar recreara la imagen de un viejo árbol oculto, al final de una senda perdida y alejada. En esos lugares apartados y silenciosos donde habitan pequeños seres que velan por la conservación de los bosques, tomando de ahí prestado su nombre: El Duende…

Estado inicial.

Terminado su primer diseño.

Miguel de Griñón (Madrid), alumno aventajado de la Escuela posando junto al Duende…