Avanzando con el Junípero de La Pagoda
En el diseño de este junípero de jardín he perseguido dos objetivos muy claros. El primero y más importante ha sido crear una imagen transicional entre una forma muy definida y otra más informal o natural, aunque buscando su idealización final. El segundo, que el árbol transmitiera la sensación de un vetusto, enorme y majestuoso ejemplar, que al contemplarlo desde el suelo nos situara en la verdadera escala humana que ocupamos dentro del universo. Espero haberlo conseguido…
Aún le falta conseguir un mejor verde con el que definir un poco más las distintas masas distribuidas por la copa, pues al tratarse de una variedad de jardín con calidad de hoja no todo lo buena que se quisiera, suele llevar bastante más tiempo…
La Influencia de Masahiko Kimura
Este fin de semana he tenido un nuevo Taller con mi amigo y alumno Javier de Guadalajara. Entre los árboles que trabajamos y trasplantamos, se encontraba esta Sabina Albar (Juniperus thurifera), que Javier mantiene en su colección desde ya hace muchos años y la que por diferentes motivos había ido perdiendo diferentes ramas como consecuencia de su pérdida de vigor. Tras dos años realizando un cultivo algo más dedicado y dejando la sabina sin tocar para que creciera fuerte, se consiguió que el árbol recuperara la salud (tal y como se puede apreciar en la extensa brotación), con lo que ya era asumible un primer trabajo de modelado drástico que no entrañará excesivo riesgo para la vida de esta planta. Este tipo de sabina muestra una calidad de hoja más vasta, por lo que quizá muchos se planteen injertarla de la variedad Juniperus chinensis ‘itoigawa‘. En cambio, su propietario prefiere no cambiar la identidad de la especie y por otro lado consideramos que un árbol con una madera tan original, que muestra esa gran rudeza, combina mejor con un follaje más laxo y menos delicado, en sintonía con el carácter del árbol.
¡Espero que os guste el resultado!
El Renacido
Hoy os voy a contar la verdadera historia de «El Renacido». Cuando la leáis entenderéis él por qué de ese nombre para este árbol. Se trata de un Pino Albar (Pinus sylvestris) propiedad de mi buen amigo y alumno Javier de Guadalajara, que profesa una enorme pasión por el bonsái. Hace más de medio año lamentablemente Javier contrajo el coronavirus y al final tuvo que acabar ingresado en la UCI. Tras mes y medio en cuidados intensivos, donde ni los médicos sabían si iba a salir adelante, llegando a estar al borde de la muerte, despertó y lo primero que pregunto fue por el estado de su pino. Habló con su mujer dándole indicaciones precisas para que se pusiera inmediatamente en contacto conmigo y me preguntará qué debía hacer para cuidarlo, durante el tiempo que Javier permaneciera ingresado. Este árbol sin duda es su tótem y hoy he tenido el gran honor y la enorme responsabilidad de rediseñarlo tras su evidente y lógico deterioro. He puesto todo el alma y el corazón dedicando todo un día de trabajo, pues en árboles tan ramificados y descuidados por la grave enfermedad de Javier, el refinado puede llegar a resultar bastante tedioso. Bueno espero que este bonsái nos vea envejecer y perviva para generaciones venideras.
¡El Bonsái se compone de pequeñas… pero grandes historias!
Sagunt-En
Con el corazón y el alma puesta en el bonsái
Detalles del Árbol de los Kami
Cuando trabajo la madera de un árbol que se ha hecho de manera artificial y con medios mecánicos el reto es mayor, ya que corregir esas superficies completamente planas, sin textura y con formas totalmente artificiales, creadas a su paso por la fresa resulta especialmente difícil. Yo desde mis inicios hace más de 2o años en el mundo del bonsái, he creído que la mejor forma de aproximarse a las formas naturales de la madera de los árboles viejos es no crearla sino descubrirla. Y así es como trabajo la madera en bonsái, siempre con medios manuales y sólo desvelando las capas ocultas de interés que van apareciendo a medida que vamos profundizando respetuosamente en el interior de su estructura. Se trata de un técnica lenta y laboriosa, que implica estar continuamente observando y analizando las formas que van emergiendo para decidir si merece la pena seguir avanzando o conservarlas.
¡Bonsái es tiempo… que no os engañen!
Un Junípero Espectacular
Hoy, día en el que celebramos la epifanía, qué mejor que trabajar este Juniperus chinensis var. itoigawa de mi alumno Antonio de Granada. Parece que los Reyes Magos, como hemos sido muy buenos, se han portado bien este año, a ver el que viene…
Hay disponible un monográfico grabado con el que aprender en detalle, cómo partiendo de un material inicial en bruto como el que apreciamos en la primera fotografía, se puede llegar ha obtener un bonsái con el diseño que muestra la imagen…
¡Espero que os guste!
Sagunt-En
info@saguntbonsai.es
El Madroño de Maravillas de Madrid
Os muestro este Madroño (Arbutus unedo) de Maravillas, una de mis alumnas de Madrid. Lo adquirió ya hace más de un año, con el verde bastante alejado del tronco y la ramificación descuidada. Tras dos trabajos en sendos Talleres, para ir corrigiendo esos defectos, ya se empieza a vislumbrar poco a poco la imagen que tenemos pensada para este árbol singular.
Taller de Encinas con Alex
Hoy hemos realizado un taller para avanzar en la formación de estas dos Encinas (Quercus ilex). La primera es un ejemplar recuperado hace un par de años, por lo que tan solo se trata de un diseño inicial. La segunda ya lleva sendos trabajos y empieza a mostrar un aspecto más avanzado, aunque a ambas aún les queda mucho camino por recorrer…
Un Acebuche Viajero…
Éste es un Acebuche (Olea europaea var. sylvestris) de Juan de Manresa (Barcelona). La verdad es que su propietario se ha tomado la enorme molestia de enviarme por mensajero este árbol, para que fuera yo quien se lo trabajara. Cómo comprenderéis un gesto así merecía un gran trabajo… Y bueno sin más palabras os paso a mostrar el resultado. Creo que la transformación ha merecido el esfuerzo y espero que esté a la altura de las expectativas creadas…
Taller con Javitxu de Madrid
Hoy os mostramos el resultado de algunos de los árboles trabajados en un Taller de la Escuela organizado con Javitxu de Tres Cantos (Madrid)… El primero es un Acebuche (Olea europaea var. sylvestris), al que previamente se le había trabajado la madera muerta con herramientas manuales y al que se le realizó entonces un primer diseño. En esta ocasión se volvió a colocar en el sitio todo el nuevo crecimiento y cómo se puede apreciar, el resultado tras dos años de evolución es más que significativo. Será un Shohin de olivastro muy digno, cuando alcance su etapa final de refinado. El segundo es un Romero (Rosmarinus officinalis), ya de cierta vejez y con una ramificación muy frágil y rígida, con el que hubo que ir con mucho cuidado en su alambrado y posicionado de masas de verde para no quedarnos con las ramas en la mano… El cambio de imagen también es destacable…
¡Espero que os gusten!