Filosofía

25 05 2019

La Naturaleza como Fuente de Inspiración

Por |2019-05-25T22:11:27+02:0025 mayo 2019|Filosofía|Sin comentarios

Siempre se lo comento en clase a mis alumnos, pero no cabe duda que viendo estas imágenes va a resultar más fácil entenderme. Creo sinceramente que cualquiera que se enfrente al diseño de un bonsái va a encontrar mayor dificultad en llevar a buen término el trabajo, si no conecta en toda su magnitud con la Madre Naturaleza. Sin duda para mí es esencial y siempre se convierte en una fuente inagotable de inspiración… El camino del bonsái es largo e intenso, pero hay que saber en todo momento hallar la sabiduría y el conocimiento en los lugares que alimentan nuestro espíritu más primigenio, aquellos que te acercan directamente a la esencia del arte natural y te ayudan a comprender la belleza intrínseca de las cosas…

El Garbí dentro del Parque Natural de la Sierra Calderona (Valencia).

9 03 2019

Fudo, Emblema de la Escuela

Por |2019-03-09T15:16:48+01:009 marzo 2019|Filosofía|Sin comentarios

Aprovecho esta entrada para agradecer a mi alumno Manuel Lloret de Vinaroz (Castellón) la gentileza de enviarme estas fantásticas fotografías de Fudo que me han llegado al alma, hechas durante su reciente visita al jardín botánico de Brooklyn en Nueva York (EE.UU). Se trata de un árbol que resume a la perfección el espíritu de la Escuela Sagunt Bonsái y por ello cuando se fundó no hubo duda de elegirlo como nuestro logotipo representativo. Si no conocéis la singular historia de este emblemático junípero, podéis deleitaros leyéndola en el siguiente enlace: El Gran Fudo.

30 11 2018

Bonsai Wire Art

Por |2018-11-30T07:42:58+01:0030 noviembre 2018|Filosofía|Sin comentarios

A veces ocurre… Entra un árbol en tu vida y acaba formando parte de la familia. Apodado Ryū-Terū (cola de dragón por la terminación en ten-jin de su ápice), este bonsái ya forma parte de mi historia y qué mejor que homenajearlo con una réplica suya en alambre, creada por uno de los mejores artistas de esta disciplina artística:

Salvo Amato… (Bonsai Wire Art).

¡Excepcional trabajo!

27 11 2018

La Base de una Buena Enseñanza

Por |2018-11-27T18:44:37+01:0027 noviembre 2018|Filosofía|Sin comentarios

Debemos pensar bien la razón por la cual queremos enseñar. Si bien el hecho de dar clases nos ayuda a seguir creciendo dentro de una disciplina, tenemos que obrar con cuidado para no confundirnos, ya que nos ponemos en una posición donde más que el poder prima la responsabilidad. Y ahora viene la pregunta lógica… «¿Qué vas a hacer? ¿Crear una escuela? ¿Dar clases?” La respuesta es clara y no puede ser otra que la más acertada: “voy a hacer bonsái, condición previa para dedicarse a la docencia en este noble arte.”

 

20 11 2018

La Belleza del Espacio Vacío

Por |2018-11-22T21:09:04+01:0020 noviembre 2018|Filosofía|Sin comentarios

Bonsái significa seguir el flujo de la naturaleza. Por supuesto, muchos árboles salvajes tienen ramas antiestéticas o innecesarias y debemos reconocerlas cuando practicamos bonsái. Mientras trabajas con ellos, a veces tienes que recurrir a técnicas artificiales para realzar su valor visual. Sin embargo, se pueden usar tácticas adicionales para ocultar esas áreas que resulten menos atractivas mediante ramas y hojas, con el objeto de conseguir al final árboles que no parezcan antinaturales.

En última instancia, debemos usar ejemplos reales para crear árboles de aspecto natural. Es importante observar la naturaleza y considerar el entorno donde creció el árbol, así como sus propiedades y características individuales. Si se estudian las ramas de estos ejemplares, podríamos preguntarnos: “¿por qué engordó tanto esta rama y qué debo hacer con ella?” o, “¿por qué esta otra es tan delgada y cómo podría integrarla en el diseño”; pero lo fundamental es buscar que resulte una forma de apariencia creíble.

Los árboles silvestres que viven en laderas tienen troncos y ramas que generalmente acaban secándose después de pasar bastantes años a la sombra, mientras las partes que reciben mucho sol pueden crecer y prosperar. Es decir, los longevos árboles que han envejecido en la naturaleza suelen adquirir un aspecto mucho más singular. A medida que los pinos maduran, el número de acículas aumenta y como consecuencia del incremento de hojas, las ramas bajas y pesadas pueden dejar de recibir la luz solar directa que necesitan. El árbol comienza entonces a perder las ramas más cercanas a la base del tronco o aquellas que se amontonan juntas en localizaciones concretas. El espacio de esta manera se va creando de forma natural y cada rama individual, en su propio lugar, puede terminar encontrando su función. Esto es en lo que tenemos que pensar a medida que vamos formando la estructura de un bonsái.

Cuando consideres la forma de un árbol, utilizando como modelo un ejemplar natural, nunca debes olvidar el término japonés que hace alusión a esa característica «Kukanyubi«, que traducido al español sería «la belleza del espacio«. En la naturaleza, es necesario tener en cuenta los espacios entre las ramas, entre los troncos y entre ambos. En los bonsáis, también tenemos que añadir el espacio inducido por la maceta. Cuando diseñamos bonsáis los espacios están vivos y resulta un gran acierto saber mostrar la belleza de los mismos.

¿Alguna vez has visto un bonsái donde la copa se exhiba totalmente cubierta de hojas? ¿Dónde no haya equilibrio o alteración de las ramas y simplemente se pode como un árbol de jardín? Si actuamos de esta manera no lograremos ver la forma del tronco o de las ramas. Cuando veamos un árbol sin un estilo definido, comprenderemos la importancia del «espacio negativo«.

Al cultivar bonsáis, siempre deberemos tener en mente «la belleza del espacio«. Ese es el deseo y el significado contenido en la palabra «Kukanyubi«.

[Versión reinterpretada del escrito original publicado por Abe Kurayoshi en el siguiente enlace de su web: haz clic aquí…]

8 10 2018

Luces y Sombras

Por |2018-10-09T22:51:21+02:008 octubre 2018|Filosofía|Sin comentarios

Estoy muy acostumbrado a ver árboles con maderas planas, sin relieves o claro-oscuros que son los verdaderos atributos que aportan credibilidad y belleza a las zonas muertas creadas para asemejarse a la de los árboles de la naturaleza expuestos a los elementos, donde las partes más blandas (xylema) se van doblegando a la erosión y las zonas más duras (duramen) resisten el embate…

Esa acción crea un juego de luces y sombras imprescindible en toda madera de calidad que se precie, y ahí es donde radica la valoración de un buen acabado, cuidando en cada trabajo hasta el más mínimo detalle… Sólo tenéis que echar un vistazo a la multitud de árboles que se ven saturados de líquido jin (caldo sulfocálcico), cual paredes recién encaladas, para encubrir los rastros que se dejaron con las herramientas eléctricas o para tratar de solventar la incapacidad de su creador de aportar relieve a las superficies y proporcionarles un aspecto de apariencia vieja y natural…

No os dejéis llevar sólo por un verde lustroso y aparente o un potente tronco (eso con una buena práctica de la jardinería se puede conseguir). La suma de todos estos otros detalles que aportan naturalidad y credibilidad, son los que verdaderamente conforman el TODO en Bonsái, si queremos empezar a adentrarnos en esta disciplina como una forma de expresión artística.

29 08 2018

La Realidad Siempre Supera la Ficción

Por |2018-08-31T05:49:51+02:0029 agosto 2018|Filosofía|Sin comentarios

Hoy nos toca hablar de árboles singulares y no podemos dejar de mencionar La Sabina de El Hierro (Juniperus turbinata subespecie canariensis), localizada en la isla del mismo nombre dentro del Archipiélago Canario (España). Se trata de un árbol pequeño endémico de Canarias y Madeira, variante de la Sabina Mediterránea (Juniperus phoenicea). Es una de las especies más importantes del bosque termófilo donde forma sabinares. Es símbolo vegetal de El Hierro donde le tienen un especial cariño. Azotadas implacablemente por los vientos atlánticos, las sabinas de este islote muestran un espectáculo sin igual: caprichosas formas donde las raíces se confunden con las ramas, retorcidos portes que se arrastran a ras de suelo y extrañas figuras que parecen extraídas de una obra surrealista de Dalí. Ejemplares salvajes y extremos como estos son los que nos hacen comprender que siempre seremos unos meros aprendices, con mucho que aprender de la gran Maestra que es la Naturaleza…

© Gobierno de Canarias
21 06 2018

Mis Tesoros

Por |2018-06-21T16:39:56+02:0021 junio 2018|Filosofía|Sin comentarios

Aprovecho la ocasión para mostraros estas dos pequeñas joyitas de mi colección, que me llenan en cuerpo y alma, alimentando ese lado salvaje que llevo dentro y que tanto me inspira en mis creaciones de bonsái… Expresan muy bien la naturaleza que tanto amo y sin la cual la vida en este Planeta no sería posible, aunque muchos quizá no hayan caído en la cuenta de semejante disyuntiva.

¡Ah!, son de Bigei…

7 04 2018

Bunjin, Arte en su Máxima Expresión

Por |2018-06-10T08:06:56+02:007 abril 2018|Filosofía|Sin comentarios

LITERATI

En la línea tinta del horizonte
sobre un cielo de papel, inexplicable,
la rúbrica de tu tronco se delinea.
Desde la raíz el trazo vivo, áspero y leñoso,
asimétrico se eleva.

El viento te cincela
el tiempo como fuego te obliga,
a seguir el metro de una poda
sin sentido ni medida,
hoy rompe el compás de la rama,
mañana te corta la guía,
y aún así mantienes firme el gesto,
bajas caprichoso, obligado giras,
derramándote en torrente,
ascendiendo en el aire como una herida,
te detienes súbitamente en la punta, en el ápice,
y allí estallan y se abren
redondas muchedumbres,
como soles de hojas brillan
y cubren todo lo posible del dibujo y la línea.

El aire luminoso murmura en la fronda,
despeinados crisantemos en la brisa.
Tiembla el papiro
con el árbol de tu firma.

Miguel Vaquera

16 07 2017

José Manuel Blázquez / BONSAIKIDO

Por |2018-09-18T19:23:19+02:0016 julio 2017|Filosofía|Sin comentarios

La creatividad (y la imaginación) no son una exclusividad de los artistas (pintores, escultores, músicos…), ni de los maestros de bonsái. No por casualidad, una buena parte del éxito en el diseño de un bonsái y de la consecución de buenos resultados se debe en gran medida a:

• Saber ver: componer (dibujar, pintar, esculpir, diseñar un bonsái, etc.) está directamente relacionado con saber ver. En la vida diaria actuamos con rapidez frente a todo lo que hay a nuestro alrededor, pero para crear o diseñar un bonsái (o cualquier obra de arte) es necesario bajar ese ritmo y no solo limitarnos a mirar los árboles que nos rodean en la naturaleza, sino a verlos de verdad, como si fuera la primera vez que nos encontráramos frente a ellos. Esta capacidad mejorará nuestra percepción del mundo que nos envuelve, especialmente de los árboles. Además, cuanto más entrenemos la vista, más deslumbrantes encontraremos los detalles que narrarán la historia de esos árboles y será entonces cuando las cosas más insignificantes se volverán bellas (cortezas, ramas, etc.).

• Tener una actitud positiva: olvidarse del “no puedo” y pensar lo que en realidad “estoy aprendiendo”. Los diseños y composiciones de un bonsái no suelen salir bien a la primera, hay que ser constantes y aprender de los que ya saben.

• Ser entusiasta: volcando toda nuestra pasión, imaginación y espíritu en lo que estamos haciendo, impulsaremos la creatividad del diseño de nuestro bonsái.

• Equivocarse: no hay que tener miedo a cometer errores, de hecho estos son necesarios para avanzar en el aprendizaje. Sobre todo hay que evitar el miedo a lo que otros puedan pensar. Lo importante es no cerrar nuestra mente al proceso de exploración, pero desde el conocimiento, no desde la improvisación.

• Descansar: detenerse a pensar sin hacer nada y parar un poco el ritmo es importante para conseguir buenos diseños con un bonsái. Las mejores ideas y la creatividad surgen en momentos en los que estamos alejados de nuestros pensamientos y desafíos diarios.

En situaciones en las que “perdemos el tiempo” en nosotros, las cosas fluyen con más calma y vemos los árboles que nos rodean de forma distinta. En esos instantes nuestra creatividad recarga las baterías y se pone a trabajar. La percepción, un sexto sentido, y la intuición se manifiestan en el diseño de nuestros bonsáis.

• Buscar la naturalidad (shizen): evita los diseños demasiado elaborados y refinados. Esto plantea cierta dificultad y autocontrol, mientras que el exceso y la complicación son más fáciles y comunes. Tampoco requieren demasiados procesos de reflexión ni creatividad.

• Buscar la simplicidad (kanso): los mejores profesionales y aficionados siempre están buscando la solución más simple para el problema más complejo. Si todo es importante, entonces nada lo es. Es fundamental reducir los elementos (ramas, volúmenes, etc.) para quedarse sólo con lo esencial.

Es importante no confundir simple con simplista o simplismo, o la simplicidad del diseño de un bonsái que surge de la pereza o la ignorancia, sino del deseo inteligente de claridad, franqueza, sutileza, etc. que nos hace llegar a la esencia de las cosas, lo que a veces no resultará fácil. La simplicidad es conseguir el máximo efecto en un bonsái con los mínimos recursos y aunque puede resultar difícil de alcanzar no es imposible.

Por otra parte las restricciones de trabajar con muy pocos elementos (un árbol, una maceta, unas piedras, una pequeña decoración, etc.) suponen un reto creativo, si queremos obtener los mejores resultados (bellos, innovadores).

La simplicidad es la mayor de las sofisticaciones.

(Leonardo da Vinci)

Artes como la ceremonia del té, el ikebana, el sumi-e, la caligrafía japonesa, la poesía (haiku), el propio bonsái, etc., necesitan muchos años para llegar a ser dominadas. No hay nada sencillo en estas artes, aunque ejecutadas por un maestro pueden parecer hermosamente simples. Por ejemplo, un haiku (poesía tradicional japonesa, que consiste en un poema breve, generalmente formado por tres versos, de cinco, siete y cinco sílabas), es una forma de expresión escrita con unas normas muy estrictas, capaz de capturar la esencia y los detalles de un instante en la Naturaleza con una gran sutileza y profundidad, igual que un bonsái. Un bonsái es contar una historia como un haiku.

© Ullastre de Pep Ferragut (Palma de Mallorca).

En definitiva, hay que pensar en “restar” y no en “añadir” (menos es más). No obstante, aunque la simplicidad es un principio importante en el diseño de un bonsái, no es en sí misma garantía de creatividad. Tampoco hay que excederse ni que el diseño llegue a ser “demasiado simple”, más bien consiste en encontrar el equilibrio más adecuado para cada caso.

Cuando abordamos el diseño de un bonsái, necesitamos transmitir lo primordial, eliminando todos aquellos elementos que nos distraigan del todo esencial y que nos dificulten su visión. Los bonsáis saturados y recargados confunden la percepción y complican la comprensión. En cambio, la simplicidad permite una atención directa y clara. La belleza y la elegancia se consiguen a través de la eliminación y la omisión (reducción de lo no esencial). Este criterio de simplicidad es extensible y fundamental para cualquier obra de arte japonesa tradicional influenciada por la estética Zen (wabi-sabi).

En España, conozco a muy pocas personas que impartan cursos de Arte Bonsái apoyándose en estas ideas o actitudes y uno de esos lugares de referencia es la Escuela Sagunt Bonsái. A su maestro Marcial Yuste le apasiona enseñar el arte del bonsái desde ese enfoque, porque sabe con certeza que éste determinará en gran medida que un árbol en maceta acabe atrapando nuestro corazón cuando lo contemplemos. Será la diferencia entre un árbol plantado en un tiesto y un bonsái de verdad. Si alguien desea profundizar en el arte del bonsái a ese nivel, incluso habiendo estudiado en Japón, debería quizá plantearse ser alumno de la Escuela Sagunt Bonsái, pues aprenderá a ver los bonsáis con otros ojos, a ver su esencia.

José Manuel Blázquez
Propietario y Profesor
Bonsaikido
www.bonsaikido.com

7 05 2017

Tributo a Peter Adams

Por |2017-09-02T18:10:20+02:007 mayo 2017|Filosofía|Sin comentarios

Sirva esta galería de dibujos realizados por Peter Adams, como homenaje de reconocimiento a quién considero uno de mis maestros, que tanto me ha enseñado sobre Estética y Diseño en Arte Bonsái. ¡Gracias Peter, allá donde estés!

27 02 2017

Gei y Aji

Por |2017-09-02T18:29:25+02:0027 febrero 2017|Filosofía|Sin comentarios

Cuando se admira un bonsái en Japón se alaba su GEI o su AJI. GEI significa movimiento y AJI hace referencia a sabor o deleite. Ésta es una característica muy importante, que sólo algunos árboles poseen. El GEI en este Olea sylvestris identifica el peculiar Shari, que en la curva adquiere una asombrosa forma de «ala», como si de un junípero se tratara.

El Ten-Jin añade AJI, complementándose a la perfección con el resto de elementos que al mirarlos nos trasladan a un rincón salvaje de la naturaleza, para en definitiva elevar su belleza a cotas muy altas.

28 01 2017

Un Bonsái ha de Contar una Historia

Por |2017-09-02T18:59:05+02:0028 enero 2017|Filosofía|3 Comentarios

Un bonsái debe contar una historia. Como artistas del Arte Bonsái debemos buscar inspiración en los modelos naturales y más concretamente en nuestros objetos de estudio: el árbol y la naturaleza. Pero no se trata de copiar la forma de una especie vegetal concreta, hay que ir un paso mas allá y tomando como base el patrón de crecimiento de una planta, lo que se debe perseguir y alcanzar es su idealización, porque sino la creación de una obra de arte acabará convirtiéndose en una burda copia. Habitualmente oigo a gente que intenta impresionar sobre sus conocimientos respecto a este noble arte (por otro lado habitual), decir la máxima cuando observan un bonsái que «ese bonsái no parece un árbol de la naturaleza«. A esas personas habría que decirles que cuando un maestro crea un bonsái, no persigue que éste acabe convirtiéndose en una imagen espejo de un árbol real, sino una combinación de elementos que recreen una sensación en el espectador… En definitiva, trata de escribir la historia que refleje las situaciones y vivencias por las que ha pasado ese ser vivo.

También estoy muy acostumbrado a ver especies que nada tienen que ver con un Pino (muchos caducos), formarse con ramas totalmente inclinadas y copas completamente triangulares, cual productos sacados de una cadena de una fábrica de producción en serie. No daré nombres pero hay muchos… sólo hay que echar un vistazo en las redes sociales… todo esto indica una cosa: falta de creatividad. Alguien encuentra un estilo y una forma que se le dan bien y con los que se encuentra a gusto y no arriesga, que le sirven para lucirse ante los aficionados, que se pirran por un tronco grueso, una madera espectacular y un verde lustroso, sin ver más allá; cuantas veces he oído decir ese bonsái es espectacular, tiene una ramificación impresionante; y yo me digo a mí mismo, todo eso no deja de ser simple jardinería, que con un buen conocimiento del cultivo de una especie se puede alcanzar.

Y no le resto méritos a nadie, pero vamos a ser precisos (algo que me encanta). Eso no es Arte Bonsái. Y sé que mis palabras pueden levantar ampollas, pero me da igual, porque estoy ya un poco cansado que alguien hable de Arte Bonsái y no sepa lo que es el punto focal, el equilibrio dinámico, los espacios vacíos, la profundidad, las asimetrías, la unicidad, el ritmo, la importantísima armonía y tantas otras cosas, que cualquier artista de otra especialidad conoce, trabaja y domina a la perfección. Y la pregunta es: ¿cuánto nos impresiona ver los bonsáis japoneses en las exposiciones de renombre? Y, ¿cuánta gente ha sentido curiosidad o se ha adentrado en el mundo del bonsái al ver estas obras de arte? Los maestros japoneses llevan años trabajando todas estas cuestiones y ahí están sus resultados. El problema es que en Japón no se habla de la teoría, sino que miras cómo trabaja un maestro y si eres perspicaz y te fijas bien acabas aprendiendo el oficio. Ellos tienen fuertemente impregnado en su cultura todos estos cánones de belleza (tan alejados del orden, la simetría y la perfección que tanto gusta en Occidente) y no necesitan estudiarlos para aplicarlos, pues emanan de forma natural desde lo más profundo de su corazón y alma.

Y entonces ahora, ¿cómo debemos proceder? La respuesta es sencilla. Mira y busca qué bonsáis son los que más te cautivan y luego estudia, estudia, estudia y analiza en profundidad todos sus elementos que no estarán ahí por casualidad. Al fin y al cabo, el bonsái si se considera Arte, no se alejará mucho de la estética que persiguen otras disciplinas artísticas como la pintura, la fotografía o la escultura, por citar sólo algunos ejemplos. Habrán sido creados por alguien que domina las técnicas, pero que no sólo se queda en ellas, sino que busca despertar las sensaciones y emociones de quien lo observa, para dejar a un lado su condición de objeto y elevarse para alcanzar su dimensión como una obra de arte.

13 01 2017

Bonsáis Onigiri

Por |2017-09-02T19:03:05+02:0013 enero 2017|Filosofía|2 Comentarios

La tan recurrente forma excesivamente triangular con la que muchos diseñan sus bonsáis, es una costumbre que hay que tratar de evitar a toda costa. El gran maestro Kunio Kobayashi denomina a estos bonsáis como «Bonsáis Onigiri», por su analogía con las croquetas que se elaboran con arroz en forma de triángulo típicas de Japón. Cuando modelemos un bonsái intentaremos jugar con los espacios vacíos, las asimetrías y los equilibrios dinámicos, para no caer en esa tendencia errónea, que aportaría un aspecto excesivamente artificial al árbol en detrimento de su naturalidad.

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25 12 2016

Inspiración

Por |2017-09-02T19:08:03+02:0025 diciembre 2016|Filosofía|Sin comentarios

img_5491La mayoría de los que nos dedicamos al Arte Bonsái somos unos apasionados de la Naturaleza y los que hemos tenido suerte, incluso hemos crecido estudiándola y viviendo parte de nuestra tiempo en ella. Cuando te dedicas a profundizar en el diseño de los bonsáis, una gran fuente de inspiración suele ser la Madre Naturaleza, que con sus formas únicas, raras y caprichosas resulta imposible de imitar. Para hacer buenos bonsáis es imprescindible de vez en cuando salir y entrar en contacto con ella, para captar su esencia y utilizarla en beneficio de nuestra afición, pues en definitiva lo que perseguimos con este Arte no es otra cosa, que representar de forma idealizada un rincón salvaje y natural.

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En el interior de la provincia de Castellón existe una población milenaria de Olivos (Olea europea) protegidos y catalogados como patrimonio natural mundial. Siempre resulta muy interesante acercarse a contemplar estos vetustos supervivienvientes, que han sido testigos de innumerables épocas históricas y que permanecerán para tiempos pretéritos.

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10 11 2016

Mesas de Exposición

Por |2017-09-02T19:17:06+02:0010 noviembre 2016|Filosofía|Sin comentarios

De mesas…

img_4792La mejor forma de hacer justicia a un bonsái maduro es presentarlo en una mesa especialmente confeccionada, que le proporcione un aspecto de grandeza, comparable con el de una peana de una escultura.

Al igual que con las macetas de bonsái, las mesas no pueden seleccionarse al azar. Éstas han de ser las correctas, y con ellas se ha de conseguir mejorar aún más la imagen del árbol. Muchos aficionados prefieren las que están hechas específicamente para cada árbol. Indagando un poco en la historia, muchos años atrás en China y posteriormente en Japón, las tablas de escritura eran muy usadas para mostrar objetos valiosos. Éstos eran colocados en una posición preeminente de la casa, para recibir a los invitados y dedicarles un gesto de deferencia y respeto. Posteriormente, estas mesas comenzaron a utilizarse para exhibir bonsáis y por ello se creó la necesidad de que evolucionaran, para cumplir con las necesidades de estilo de los diferentes bonsáis. Y así empezaron a fabricarse mesas originales y exclusivas para bonsái. Es importante recordar, que en Japón en las casas tradicionales japonesas, lo habitual es sentarse en el suelo y mirar un bonsai a la altura correcta, por eso es lógico colocarlo en una mesa baja.

Trinidad

Una mesa que ha sido diseñada individualmente para un bonsai de un estilo determinado, no solo se convierte en un objeto más, sino que forma un elemento esencial de la composición, validando la trinidad: bonsai, piedra y pergamino. Recientemente a las mesas hechas a medida para bonsái, se las ha empezado a considerar una parte importante de la presentación de los árboles, en las exhibiciones y su riqueza de formas empieza a ser sorprendente. Se pueden encontrar mesas redondeadas, rectangulares, altas, estrechas, de estilos minimalistas, simples y funcionales (como las japonesas) o llenas de grabados y principalmente de formas redondeadas (como las chinas). Junto a la maceta y a su mesa, el árbol forma en definitiva una trinidad.

Cuando vamos a exponer un bonsái, normalmente lo primero que se hace es elegir una maceta en función de su tamaño, altura, color y forma, que resulte más adecuada para el árbol y por ello también debemos seleccionar una mesa que complemente con el árbol y la maceta, con lo que el conjunto estará completo.

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Diferentes estilos de bonsái requieren mesas que hagan justicia al árbol. Por ese motivo se necesitará un tipo de mesa diferente para mostrar un bosque (Yose-ue), un inclinado (Shakan), un cascada (Kengai), un literati (Bunjigi) o un vertical informal (Moyogui), por citar algunos ejemplos. El color de la mesa es también de extrema importancia. El rojo oscuro o el color cereza, puede no encajar con todas las especies de árbol. Un color más natural, tal como el del palosanto (palo rosa) o la madera de cerezo, serán una mejor elección en muchos casos.

El barniz muy oscuro tiende a distraer nuestra atención del árbol, por eso se elegirá un color más neutral, siendo ésta una opción mucho mejor en composiciones de bonsáis pequeños (Shohin). Su combinación con plantas de acento (sobre lajas o jiitas) y el uso con cada árbol de una mesita individual distintiva y única, añadirá más variación a la muestra, proporcionando el toque definitivo a la presentación.

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18 10 2016

Espacios Vacíos en Bonsái

Por |2017-09-02T20:01:26+02:0018 octubre 2016|Filosofía|Sin comentarios

Todo bonsái necesita espacios vacíos. El pintor Mondriaan una vez dijo: “azul es azul cuando tú también ves rojo”. Al igual ocurre con el volumen; una rama es una rama, cuando ésta está rodeada por espacio abierto. Los espacios vacíos, al mismo tiempo, son muy importantes para mantener la salud de un árbol, y por ello se han de mantener los pisos formados por masas de verde lo suficientemente planas, eliminando aquellos brotes que nazcan verticales o hacia bajo. Incluso en el estilo escoba, hay capas dentro de la copa, que deben adoptar una disposición ligeramente inclinada y no mostrarse horizontales. Las ramas que crecen por encima de otras, deben permitir que la luz y el aire pasen sin dificultad, para llegar al resto del follaje. Por eso es importante mirar bien el árbol desde todos los ángulos, para estar seguros que las ramas no se colocan unas muy cerca de las otras, o las más bajas permanecen en la sombra, ya que con el tiempo perderán vigor y se debilitarán, pudiendo llegar a secarse.

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