Triangularidad
En la cultura japonesa, de entre todas las formas posibles de un objeto, el triángulo es considerado el que trasmite mejor un equilibrio dinámico. Esta particularidad, nos servirá para conseguir dotar a un árbol cuando lo diseñemos de un movimiento armónico, necesario si queremos crear un bonsái que transmita paz, tranquilidad, serenidad y nos resulte bello. Además, si nos fijamos, los vértices de un triángulo simbolizan a la perfección la tríada taoísta tan presente en la mentalidad oriental: cielo, tierra y hombre. No es por casualidad, entonces, que en bonsái el triángulo esté representado tanto en las masas de follaje y en el perfil de la copa, como en el conjunto árbol-maceta e incluso cuando se exhibe junto con la mesa, la planta de acento (Kusamono) y si resulta pertinente también con otros elementos expositivos (Kakemono, Suiseki, Tenpai…). Aún así, no se trata de crear triángulos sin más, el bonsái es un arte y como tal, necesita tener en cuenta otros muchos aspectos. Habrá que intentar evitar conformar triángulos demasiado perfectos, pues afectará a la sensación de naturalidad que todo árbol debe mostrar, para conseguir en definitiva recrear una escena que nos traslade con la mente a un rincón de la naturaleza, aunque eso sí buscando siempre la idealización de sus formas. No se pretende obtener réplicas exactas en miniatura de árboles creciendo en su medio natural, ya que si se obtiene una burda copia, la esencia del arte acabará desvaneciéndose. Tampoco debemos dar formas muy simétricas a esos triángulos, pues todo bonsái resultará mucho más estético si trabajamos sus elementos para buscar asimetrías, propias de cualquier estructura natural, con lo que evitaremos caer en la artificialidad. Por último, es imprescindible conocer bien y estudiar el patrón de crecimiento y las formas naturales de cada especie, para utilizarlas como guía y conseguir así que el resultado final sea mucho más creíble, satisfactorio y logre extraer el máximo potencial al material de partida.
En estos bonsáis se aprecian los triángulos de forma más sutil, pero están presentes y se repiten dentro de su diseño.
En estas composiciones de bonsáis se puede observar que los triángulos aparecen tanto en las masas de follaje, como en el perfil de la copa y en la unión del árbol con su maceta.