Comencé mi aprendizaje inicialmente de forma autodidacta, para posteriormente estudiar con 3 grandes artistas del bonsái en Sudamérica, que me enseñaron y guiaron a lo largo de varios años. Tras esas experiencias me dediqué a buscar una escuela de bonsái, que me permitiera seguir avanzando en mis conocimientos. Después de más de un año estudiando en Sagunt-En, puedo afirmar que mi elección no ha podido ser más acertada. Tener grandes obras de bonsái u ostentar un cierto renombre no son para nada garantes de ser un buen docente. Es por eso que recomiendo la Escuela Sagunt-En y a su Maestro, que tanto admiro como artista por su humildad y humanidad.
⭐️⭐️⭐️⭐️⭐️